Hay veces en la vida en las que podemos comenzar a sentirnos tristes, desanimados, pesimistas, sin ganas de nada o disfrutando bien poquito con lo que en teoría me gusta. La vida se nos hace bola.
Cuando estas sensaciones se alargan en el tiempo y comienzan a afectarnos a nuestro día a día, le solemos poner el nombre de depresión.
La depresión no es algo que uno tiene, si no, una circunstancia en la que uno está. Por tanto, cuando nos sintamos así, es importante entender el por qué y el para qué uno se siente así. Estas sensaciones se suelen iniciar como una reacción ante un momento vital que, o bien suponga un aumento de la estimulación desagradable a la que se está expuesto (por ejemplo, pensamientos que me generan malestar, atravesar una circunstancia difícil, una pérdida, sensaciones de estrés, cansancio, ansiedad, etc.) o una disminución de la estimulación agradable (por ejemplo, romper algunas rutinas placenteras, no hacer lo que me gusta, etc.)
El problema de atravesar una circunstancia o cúmulo de circunstancias que me hacen sentir malestar con intensidad no es sufrir como reacción a ello, el auténtico problema es que se convierta en un círculo vicioso que se mantiene solo:
- Existen circunstancias personales que van a propiciar una mayor exposición a estimulación que genera malestar emocional (eventos vitales, situaciones externas, emociones, pensamientos, etc.).
- Esta estimulación tan desagradable, va a propiciar un estado corporal de tristeza.
- La ausencia de emociones agradables va a generar una tendencia en la persona a esta nueva condición de tristeza y pesimismo. Una vez que esto ocurre, la exposición a estimulación agradable no va a desencadenar una respuesta placentera con la misma intensidad que antes. En este momento, “lo malo se vuelve más malo y lo bueno, menos bueno”.
- No anticipar consecuencias agradables de realizar ciertas actividades va a hacer que la persona no esté motivada para realizarlas y empiece a regirse por el coste de respuesta, es decir, empieza a realizar aquellas cosas que menos esfuerzo supongan porque ninguna de las cosas que hagas va a traer consecuencias especialmente agradables. (Ejemplo: quedarse en casa vs ducharse, arreglarse y salir a cenar).
- Realizar las actividades que menos esfuerzo supongan va a hacer que tengamos menos oportunidades de exponernos a situaciones placenteras y a estimulación agradable. Al contrario, nos exponemos a nuestras propias rumiaciones, pensamientos negativos, cansancio, tristeza, fracaso, etc. (si te quedas en casa no vas a divertirte ni estar con gente, pero sí vas a estar mal, preocupado, desganado, etc). Por tanto, vuelve a aumentar el malestar emocional y disminuir el bienestar emocional, iniciándose así otra vez el bucle descrito anteriormente y por tanto, atrapándonos más en el bucle depresivo.
Estos bucles normalmente se acaban reforzando porque pueden permitirnos cubrir algunas de nuestras necesidades y carencias que nos hacen sentir mal. Y cuando ya estamos mal, aquello que nos alivia algo a corto plazo se hace muy reforzante, aunque a la larga nos perjudique aún más.
Por ejemplo, alguien que se sienta muy solo y comience a estar depresivo, puede que facilite que las personas de su entorno le cuiden más y se sienta un poquito menos solo; al igual que, si alguien no confía en sí mismo y tiene mucho miedo a fracasar en su trabajo y comienza a estar deprimido, puede que le sea más fácil enfrentar resultados malos por justificarlos como consecuencia de la depresión y no, como consecuencia de no haber sido capaz.
En definitiva, el sufrimiento que genera atravesar una circunstancia difícil es totalmente normal; sin embargo, si entro en estos círculos viciosos que refuerzan y mantienen el estado depresivo, cada vez voy a encontrarme peor.
Por ello, para salir de la depresión es fundamental romper ese círculo vicioso y poder trabajar esas circunstancias difíciles. En ITEGRA, tenemos clarísimo qué origina y mantiene tu depresión y sabemos cómo romper ese bucle para encontrarte libre y bien.
¿Cómo sé si tengo que ir a terapia por depresión?
Si te encuentras mal, crees que lo que te ocurre es que estás en un estado depresivo, se te alarga en el tiempo y te está afectando a tu día a día, no lo dejes, ven a ITEGRA porque te vamos ayudar a encontrarte bien.